Perú: escasez de GLP por “oleajes anómalos” en el Pacifico

Miércoles, 27 de Julio de 2022

La inclemencia del tiempo no permite operar a los barcos butaneros; el poliducto que no aparece.

Hace poco más de una semana que Perú volvió a tener escasez de GLP por oleajes anómalos en las costas del Pacífico. Con esta sería la tercera crisis que arrecia al sector en lo que va del año, y sabiendo que hay “una solución relativamente más sencilla para la población”, que son los poliductos.

El 80% del GLP producido en el Perú se fracciona en Pisco, procedente de los yacimientos de Camisea. A su vez, la cercana Lima, ubicada a 246 kilómetros de la planta de Pluspetrol, concentra más del 70% del consumo nacional. Siendo, pues, un GLP lo que netamente se trae, la ruta se debería cubrir por tubos (para poner un ejemplo, el Oleoducto Norperuano tiene una extensión de 1.106 kilómetros). Pero lo hace por barco.

El periodista Esteban Salazar, del diario La República, consultó a Gustavo Navarro, exdirector de la Dirección General de Hidrocarburos, quien recordó que alguna vez Proinversión manejó en su cartera la construcción del poliducto, pero, ante el desinterés del sector privado y un modelo que no ha permitido al Estado garantizar su propia seguridad energética en todo este tiempo, se dejó de lado. Sin embargo, el primer paso lo dio la empresa privada, en 2004.

GyM tuvo la iniciativa de construir un ducto desde Pisco a Callao, sin intervención del Estado. Hicieron el proyecto, pero requería una garantía de volumen, es decir, firmar un contrato con productores o compradores que garantizara que iban a usar los tubos. Pluspetrol, que en ese momento estaba trayendo GLP a Lima por buques, no quiso firmar nada y frustró todo el financiamiento”, señaló.

“El problema no resiste mayor postergación porque cada vez hay más oleajes anómalos en nuestro litoral, como consecuencia del cambio climático, y eso es un hecho tangible”, explicó Salazar. Según un reporte reciente de Petroperú, solo hasta junio de este año se registraron 27 cierres del Muelle de Carga Líquida (MCL) de Talara, acumulando un total de 111 días sin operar. Una situación que se replica en toda la costa, desde Tumbes hasta Arequipa, cada vez con más frecuencia.

Según estadística oficial, desde el 2002 al 2017, “los cierres totales de puertos en el Perú han ido en aumento hasta casi quintuplicarse en la última década de estudio. Cifra que actualmente ha sido largamente superada y por la que, probablemente, no sea la última vez que usted tenga que hacer cola por GLP este año”, precisó el periodista.

 “Desde entonces se intentó licitar nuevamente la obra, pero ante la negativa de los productores no se pudo avanzar. El ducto debía traer 18.000 barriles de GLP por día (más de lo que hoy consume Lima)”, apuntó Navarro.

Contratos lesivos

Aurelio Ochoa Alencastre, especialista en temas energéticos, va más allá y señala que la construcción de esta infraestructura vital para la seguridad energética debe ser parte de la renegociación del gas de Camisea.

Camisea, en el corazón de La Convención, no solo es la mayor fuente de gas natural para los peruanos: también provee los líquidos para producir GLP. Líquidos que justamente viajan hasta Pisco para ser “fraccionados”, procesados y embarcados hacia Lima, a la providencia de la mar brava.